No podemos volver atrás, por eso cuesta elegir...
Mientras no elijas, todo sigue siendo posible.

God.

A Dios le gusta observar, es un bromista:
Dota al hombre de instintos, nos da esta extraordinaria virtud, y ¿qué hace luego? Los utiliza para pasárselo en grande, para reírse de nosotros, para ver como quebrantamos las reglas. Él dispone las reglas y el tablero, y es un auténtico tramposo:
“mira, pero no toques”; “toca, pero no pruebes”; “prueba, pero no saborees”.
Y mientras nos lleva como marionetas de un lado a otro, ¿qué hace él? Se descojona,
¡se parte el culo de risa!